Cecilia comenzó a recoger las cosas que estaban tiradas en
la mesa.
-Ya Ceci, deja eso.
-Tranquilo Rubén, no me cuesta nada.
Así que Cecilia continuó y se marchó a la cocina, la verdad,
que necesitaba con urgencia dejar de mirar a Rubén. Al rato escuchó que Iván se
despedía y a los pocos segundos sintió a Rubén detrás de ella.
-Ceci, eh, siento lo ocurrido.
Cecilia sentía que su cara se ponía caliente… sin voltearse
a mirarlo respondió,
-No, la culpa fue mía, de verdad lo siento.
- No claro que no
Cecilia se volteo y Rubén pudo ver que tenía las mejillas
rojas.
-Sí, Rubén fue mi culpa, sabes qué? Si quieres echarme a
patadas no te culpo, la verdad lo entiendo porqué…
Cecilia comenzó a llorar y Rubén la abrazó fuerte, sin
decirle nada, solo la abrazó y ella se dejó abrazar. Necesitaba a alguien que
la quisiera, necesitaba de alguien que la apoyara y ese alguien era Rubén, en
estas pocas semanas se había convertido en la persona más importante de su
vida.
-Ya Ceci, yo ni te
voy a echar ni nada, tú te quedas aquí, conmigo.
Rubén dijo esa última palabra con un tono de voz protector.
Cecilia escuchaba el latir de su corazón y sitió calma, lo abrazó más fuerte,
le dio un beso en el pecho y le dijo
-Gracias
Cuando se apartó de él, Rubén pudo observar sus pestañas mojadas
y su carita llena de lágrimas, se acercó y se las seco, luego le dio un beso en
la frente.
-Anda, arreglarte, ponte más hermosa.
-A dónde vamos?
-Vamos al cine, hoy haremos lo que tú quieras
-Nooo, Rubén… eh
-Nada, anda, arréglate si?
Cecilia se colocó un shorts tejano, una camisa corte
princesa blanca, peinó su cabellera larga y coloco un lazo al lado, poco,
poquísimo maquillaje. Cuando salió ya Rubén estaba listo; este al verla se quedó
pasmado, estaba lindísima.
-Pero que mujer más bella.
-Gracias
-Ahora señorita, vamos.
Salieron y se montaron en el auto de Rubén fueron primero al
cine. Rubén le dijo a Ceci que eligiera la peli, ella no quería, pero al final
eligió una toda romántica, titulada ‘Perdona si te llamo amor’. A Rubén al
principio le pareció fastidiosa, pero luego se engancho, y hasta alguna
lagrimilla se le escapó. Luego de eso fueron a una feria y la pasaron genial, Rubén
se ganó un elefante gigante en uno de los
juegos y se lo dio a Ceci, y al finalizar la noche se fueron a cenar.
Por un momento Cecilia pensó que con Rubén había disfrutado
más cosas que con el propio Franshesco.
-Hey, qué te sucede?
-Nada.
-Quieres un helado?
-No, si como algo más voy a reventar
-Ay! que exagerada!, además tienes que alimentarte bien
-Sí, pero tampoco, así voy a parecer la hermana de este
elefante que me regalaste!
-Que tontita, te gustó?
-Demasiado, nunca me habían regalado algo así
Rubén la miró y sonrió, no sabía cómo explicar eso que le
hacía sentir esa chica. Llegaron al apartamento y se despidieron en la sala, en
ese momento ocurrió algo que cambiaría aquella relación.
-Bueno Ceci, espero que te haya gustado la salida
- Me encantó, todo, el cine, el regalo, la salida, todo!
- Me alegro, a mi también me gusto mucho
-Gracias, nunca había tenido una salida así con un chico
-De verdad?
-Sí, gracias por todo.
Si dios me diera la oportunidad de elegir entre Franshesco y tú para ser el
papa de mi bebe… sin dudarlo te elegiría a ti.
Cuando Rubén escuchó aquello sintió una emoción enorme, se acercó
a Ceci para darle un beso en el cachete y en cuestión de segundos sus labios se
unieron, se besaron como un par de enamorados, se besaron con pasión, él la tomó
por la cintura, mientras ella lo rodeó con sus brazos por el cuello… Se separaron, se miraron por un intervalo de
diez segundos, solamente para volverse a besar. Sus lenguas parecían tener una
lucha y sus cuerpos se unieron más, hubo un momento en el que ya la respiración
les faltaba y solo por eso se separaron.
Cecilia estaba sonrojada y Rubén tenía el corazón acelerado,
no salía palabra alguna de la boca de ninguno, únicamente se miraban y
respiraban acelerado. Cecilia tenía sus ojos más verdes que de costumbre, y
esta vez, Rubén se volvió a acercar, la tomó por la nuca y la volvió a besar. Sus
labios le habían gustado mucho y ella se dejó llevar nuevamente, pero luego la
cordura volvió y Cecilia se separó.
-Nooo… Rubén esto no puede ser.
-Lo siento Ceci.
-Rubén yo…
Rubén le coloco dos dedos en sus labios.
-Sssshhht… calla, yo sé, vete a dormir, olvidemos esto, lo
siento
-Rubén…
-No, no digas nada de verdad, lo siento mucho. Ya, olvidémoslo,
por favor, no quiero que esto cambie nuestra relación, no quiero que te marches
, me gusta tenerte en casa.
-Y a mi estar aquí.
Cecilia se acercó, le dio un beso en la mejilla y se marchó
a su habitación. Esa noche ninguno de los dos pudo dormir, a ambos les encanto
aquel beso, Rubén con solo cerrar los ojos se imaginaba aquella escena.
-Ay Ceci que hermosa eres! Qué me estás haciendo Cecilia.
Por su parte Cecilia se sentía más y más atraída por Rubén,
eso la hacía sentir mal, hasta hace algunas semanas sufría por Franshesco y
ahora solamente pensaba en su hermano y de paso se habían besado… y le había
encantado.
Luego de aquel beso las cosas siguieron normales, habían
transcurrido ya dos meses y Ceci tenía casi que 4 meses de embarazo, Rubén la
acompañaba a las consultas, paseaban, miraban tiendas de ropita para bebes. Rubén
se emocionaba cuando miraba los estantes de ropa de bebes y cuando miraba a un
padre con su hijo, de verdad se sentía
el padre de ese bebe.
Cecilia en pocas semanas culminaría el bachillerato y estaba emocionada y ansiosa por recibir su
título.
Estaban en la sala, Rubén revisando unos correos y Cecilia
haciendo sus últimos trabajos, era normal verlos así, a él le encantaba trabajar
y verla a su lado, leyendo un libro o haciendo las tareas de la escuela.
-Rubén
-Dime
-Mañana voy a visitar a mi mamá
Rubén levantó el rostro y la miró, sintió miedo, miedo de
que su madre la perdonara y ella se marchara. Luego pensó que era un puto egoísta.
-Ah, si?
- Sí, pero tengo miedo… será que me acompañas
Rubén se quedó sorprendido por aquella petición y Ceci al
ver que no decía nada le dijo
-Ya, lo siento.
-Qué sientes?
-El ser tan niña, no tenía que pedirte eso, estoy abusando
-Noo, nada de eso, yo estaría encantado de ir.
Y así fue como al otro día llegaron a la casa de Ceci. Cuando
llegaron y se bajaron del auto, Ceci estaba fría y tensa, Rubén le tomó la mano
y se la apretó, ella lo miro y le regaló una sonrisa de agradecimiento. Al
entrar estaba su madre, una señora con
cara de pocos amigos, que al mirar a su
hija la vio con desprecio.
-Caramba Cecilia, y eso, por aquí?
-Hola mamá
-Hola? te pierdes por casi 3 meses y solo dices hola?
-Mamá, solo quería que el tiempo pasara.
-Y vaya que pasó.
-Mamá aún estás molesta conmigo?
- María Cecilia, yo no estoy molesta, estoy decepcionada de
usted, yo quería un mejor futuro para ti, no esto, me parto el lomo trabajando
para ti y tus hermanos y tú me sales con esto!
Cecilia ya tenía algunas lágrimas corriendo por su rostro.
-Y este fulano? Me imagino que es el padre del bebe?
Cecilia fue a negarlo, Rubén la interrumpió y con voz
decidida le dijo.
-Sí señora, yo soy el padre del bebe, déjeme decirle que a Cecilia
no le falta nada, ni le faltará y que yo me haré responsable de esa criatura y
ayudaré a Ceci con sus estudios.
-Eso me alegra, por lo menos recapacitaste, no? Y ahora que
te veo tú no eres ningún muchachito, no entiendo como fuiste tan cabeza loca de
embarazar a Cecilia.
Hubo un silencio, ni Cecilia, ni Rubén dijeron nada.
-Bueno mamá, solo quería saber cómo estabas y decirte que
dentro de un mes me entregan el título, me gustaría mucho que estuvieras en mi
graduación de bachillerato, es más tuya que mía.
-Por supuesto que iré.
-Adiós mamá.
-Chao Cecilia
Cecilia salió de allí y aún Rubén la sostenía de la mano, se
montaron en el auto, todo en silencio hasta que Cecilia rompió aquel silencio.
-No tenias que decir que tú eras el papá
-Ehhh, Ceci yo me siento el papá de ese bebe
-Y lo eres. Solo que no tenías que decir que eres el padre
biológico.
-Ceci si tú quieres yo seré el padre de ese bebe ante los
ojos de todos, nadie se tiene que enterar que no lo soy. Yo quiero ser el
padre, me muero por ser el padre!!
Cecilia solo quería lanzársele encima y besarlo hasta que ya
no pudiera más y como cosa divina el semáforo cambió a rojo e hizo que se
detuvieran. Allí se quitó el cinturón de seguridad y lo abrazó para luego darle
un beso en los labios, aunque al principio Rubén se quedó estático, le respondió
aquel beso el que solamente fue interrumpido por la bocina de los otros autos para
retomar la marcha, ambos se echaron a reír y Rubén arrancó.
-Hoy no voy a trabajar en la tarde.
-Y eso?
-Me quedare contigo, necesitamos hablar.
Llegaron al edificio tomados de la mano y saludaron al
vigilante, subieron el ascensor y Rubén la abrazó por la espalda dándole
besitos por toda la nuca, Ceci solo sonreía; llegaron al apartamento y Rubén la
besó, fue un beso tierno.
-Rubén sabes que esto es una locura?
-Shhhhht no quiero saber nada…
-Pero.
Y antes de que Cecilia hablara Rubén la calló con un beso. Esa
tarde la pasaron haciéndose cariñitos y dándose besitos, Rubén sentía algo muy
fuerte por ella, algo que no sabía explicar.
Esa noche, cuando fueron a dormir, Cecilia estaba nerviosa,
no sabía si él le diría que durmiesen juntos, eso no pasó. Después de la cena, Rubén
le dio un beso de buenas noches y se fue a su habitación, en el fondo Ceci lo
agradeció.
Cuando Rubén llegó a la oficina tenía una cara de felicidad
que no se la quitaban con nada.
-Hey! y esa cara de idiota?
-Ay Iván, tú siempre!
-No, de verdad llegaste muy feliz.
-Nada, que no puedo estar feliz?
-No… No me digas que te cogiste a Cecilia?!
-De verdad, que cerdo eres…
-Pero te la tiraste sí o no?
-No, algo mejor.
.Y qué puede ser mejor que tirar?
-Estamos saliendo.
-Queeé? Tú te volviste loco?
-No, esa niña me encanta, de verdad no sé que me hizo, no
quiero pensar en nada ni en nadie.
-Ni siquiera en Franshesco, ni en Patricia?
-No, ni siquiera en ellos, toda mi puta vida he hecho lo que
he creído correcto y sabes que no he
sido feliz, si he vivido normal, pero no feliz; ahora que conocí a Ceci mi vida
está mejor.
-Bueno hermano, yo no te juzgo y nunca lo hare, vamos que
tienes buenos gustos aunque te la buscaste con regalito y todo
-Ay Iván tú siempre… bueno, Franshesco tuvo la oportunidad y
la perdió y, Patricia… la verdad es que no sé ni qué somos, tengo cerca de 5
meses que no hablo con ella ni por skype.
-Ay ya! Vive tu momento con Cecilia y si ella te quiere...
-Yo creo que sí.
-Bueno vive el momento y ya, yo te apoyo
-Gracias Iván, no esperaba menos de ti!
Rubén estaba cansado de ser el hijo ejemplar, el que siempre
hacia lo correcto a sus 27 años apenas había tenido 2 relaciones, una con la
chica con la que perdió la castidad relación que fue solo un amor de juventud; y
luego la relación que tenía con Patricia, cuando cumplió los 18 años y se fue a
Canadá a estudiar la conoció y luego de un año como amigos comenzaron a salir,
Patricia era una chica muy linda, hermosa, alta delgada ojos marrones cabello
castaño y algunas pequitas en su nariz, siempre fue una relación muy formal, él
se la presento a sus padres y todo marchaba bien, era una relación normal, nada
de extraordinaria, hasta que Rubén regreso a su país por la muerte de su padre
y se tuvo que encargar de la empresa y ser el hombre de la familia, antes tenía
mucha comunicación con Paty, pero desde hacía ya casi un año apenas y se habían
hablado.
Ahora que Cecilia había aparecido en su vida se preguntaba
si de verdad alguna vez estuvo enamorado de Patricia. Desde el primer día que vio
a Ceci sintió algo en su pecho, cada día
que pasaba era una euforia y al mismo tiempo un miedo por que apareciera su
hermano y se la quitara.
Ya va, ella no era de él,
cómo se la iban a quitar?, pero después de esos besos ya nada le
importaba, era Cecilia o ninguna, que tenía que arreglar las cosas con Paty, si
lo haría pero después, ahora solo quería disfrutar de Ceci y de su hijo, sí, su
hijo porque ese bebe es su hijo.
-Hola preciosa.
-Hola precioso
-Qué haces?
-Saliendo de mi último examen de biología
-Felicitaciones.
-No me felicites, aun no se mi nota
-Igual saldrás bien
-Ay claro que no.
-Te quiero
-Qué?
-Te invito a almorzar
-Ok, ya salí.
-Paso por ti
Cuando Rubén colgó, Cecilia no pudo dejar de sonreír, ella
había escuchado perfectamente lo que él le había dicho, todo esto le parecía un
sueño.
-Hey pero andas en las nubes.
Ceci fue interrumpida por una de sus amigas.
-Estaba pensando
-Déjame adivinar..eh.. En Rubén
-Acabo de hablar con él, viene por mí y nos vamos a
almorzar.
-Te gusta ese chico verdad?
-Demasiado blanca.
-Me alegro que te vaya bien.
Rubén llegó al colegio, pasó por su damisela, ella al
subirse al auto y, con normalidad, le dio un pico en la boca y con una sonrisa
le dijo
-Hola otra vez.
-Hola otra vez, y hola a mi bebe hermoso.
Rubén bajo hacia la barriga de Ceci y le dio un suave beso,
ese gesto a ella le causo la mayor ternura del mundo, e interrumpió aquel
momento.
-Dentro de 2 semanas nos toca consulta y ya sabremos el
sexo, qué quieres que sea?
-Lo que dios quiera, pero me muero por que sea una niña.
-Por qué?
-Porque siempre quise tener una hermanita, ahora quiero una
hija.
-Bueno hagamos algo, si es niña tú le pondrás el nombre y si
es niño yo se lo pondré.
-Me parece bien el trato.
Llegaron al sitio, por la forma en que los meseros trataban
a rubén se notaba que era cliente frecuente.
-Buenas tardes don Rubén, señorita
-Hola Marcelino, una mesa por favor.
-La de siempre?
-Sí, por favor.
-Pasen por aquí.
Se sentaron en la mejor mesa, el señor mesonero miraba con
cierta curiosidad a Cecilia, Rubén lo notó y le dijo
-Marcelino, ella es
mi novia y futura madre de mi hijo o hija.
-Felicitaciones.
Marcelino se marchó y Rubén soltó una carcajada.
-Estas roja como un tomate!
-Si?
-Sí, pero preciosa
-Déjame, es que me da pena cuando me presentas así.
-Acostúmbrese señorita, porque a partir de hoy oficialmente
eres mi novia
Ceci puso los ojos como plato, Rubén al verla sonrió y le
hizo la pregunta de rigor
-María Cecilia, quieres ser mi novia?
-Si? siii
Respondió una Cecilia muy emocionada; sellaron aquel momento
con un dulce beso .
Esa tarde la pasaron increíble, Rubén decidió pasar por una
tienda de ropa materna y, aunque Cecilia no quería, salieron cargados de
algunas bolsas, ya caía la tarde cuando se marcharon al apartamento.
-Ceci me voy a
duchar.
-Me parece buena idea, yo también
Rubén se volteó y la miró con cara de sorpresa, cosa que le
hizo mucha gracia a Ceci
-Qué?? Tú te duchas en tu baño y yo en el mío
-Yo no he dicho nada
-Pero con esa cara...
-Ehh ceci..
-Shhht
Cecilia se le acercó lentamente y lo besó, luego se inclinó
y quedando en puntillas le mordió el lóbulo de la oreja y casi en susurro le
dijo
-Pero si quieres nos duchamos juntos.
Rubén tragó en seco, claro que quería, era lo que más quería
desde que la vio, pero no quería presionarla.
-Ceci… yooo… ehhh.
-No pasa nada, que tiene de malo que una chica se quiera
duchar con su novio.
Rubén humedeció sus labios y en un segundo ya tenía a Cecilia
tomada por la cintura, se estaban comiendo la boca. Ceci pudo sentir aquel
bulto en su vientre y sonrió. Le quitó
la camisa dejando su torso desnudo, depositó un suave beso en el pecho de su novio
mientras él, con delicadeza le quitó la camisa, dejando un caminito de besos
por su cuerpo, le besaba los senos por encima del brasier para luego
quitárselo. Ceci pudo notar como las
manos le temblaban
Ya estaban desnudos, la ropa tirada en la sala y ellos
sentados en el sofá, besándose y acariciándose intensamente. Ella sentada a horcajadas sobre él, no tenía ninguna pieza
de ropa, sentía el bulto duro en su vagina, solo la tela del bóxer no permitía
que aquel miembro estuviera dentro de ella, Ceci se movía tenuemente,
buscándolo.
-Ahhhhhh… amor, no hagas eso
-mmMMmm
-Llegare antes de metértelo.
-mmMMmm… entonces, me quedo quieta.
Cecilia quitó aquel fastidioso bóxer que separaba sus sexos.
Rubén tomo su miembro y lo guió hasta la entrada de la vagina de su chica,
estaba tan caliente y húmeda, ella se medio levantó y luego se dejó caer, ambos
suspiraron, cuando Ceci comenzó a moverse se detuvo, sintió un leve dolor
-Pasa algo?
-No, es que me duele un poquito… creo la tienes un poquitico grande.
El sonrió y le dio un beso en la nariz.
Rubén pudo sentir la estreches de Ceci, aquello lo volvía
loco, ella se movió lento al comienzo para de a poco ir subiendo la intensidad,
mientras él le besaba y mordía los senos.
-Ahggggggghhh
Solo se escuchaban gemidos en aquel apartamento. Cecilia aceleró
sus cabalgadas haciéndolas más profundas, quería sentirlo completamente dentro
de ella. Hasta que de pronto en una de las embestidas y sin quitarle los ojos
de encima Ceci estalló en un arrollador orgasmo. Rubén, al verla retorcerse de
placer encima de él y sentir cada uno de
sus espasmos no tardó en venirse llegó al orgasmo, pero se salió de ella y eyaculó sobre su
propio abdomen; estaban cansados y agitados, ella sobre él con su rostro
hundido en su cuello y él con la mirada perdida acariciándole el cabello.
-Yo solo dije ducharnos…
Rubén soltó una carcajada y ella levanto su rostro, estaba
muy roja. Se besaron por algunos minutos y luego Rubén se separó.
-Ahora si vamos a ducharnos.
-Está bien.
Cecilia se levantó, estaba completamente desnuda, era la
imagen más hermosa del mundo, sus nalgas firmes, sus curvas bien marcadas, sus
pechos parecían hinchados y la parte más hermosa de su cuerpo era su barriga,
aquella pancita que apenas se veía, en ese momento Rubén se levantó y con cara
de preocupación le dijo.
-Ceci creo que no tuvimos que haber hecho eso.
-Por qué?
-Y se lastimamos al bebe
-Ay, claro que no bobito, ven dame tu mano.
Rubén se la dio y ella la colocó sobre su Vientre
-Siente, está todo bien, él bebe sabe que papi y mami se
están dando amor.
Rubén sonrió y la besó con la pasión más grande del mundo,
le había encantado escuchar de su boca eso de papi y mami. En ese momento supo
qué era la felicidad, esa de la cual
tantos hablaban.
Se fueron al baño el la
tomo y la llevo en brazos y se metieron en la tina, los dos, abrazados,
sintiendo el agua tibia sin dejar de acariciarse.
Habían transcurrido algunos días y ese día tocaba cita en el
médico. Cuando estaban hablando con el doctor Ceci le preguntó algo que le
extrañaba.
-Doctor, porqué si ya tengo 5 meses mi barriga no se nota
tanto?
-Ve Ceci, en algunas mujeres la barriga no suele
desarrollarse en los primeros meses, sin embargo en los últimos meses sí, y eso
no significa que algo ande mal.
-Entiendo.
-Bueno… vamos, veamos si
hoy se deja ver y sabemos el sexo.
Ya Cecilia estaba en la camilla y Rubén a su lado, el doctor
comenzó hacerle el eco
-Como que hoy sí quiere dejarse ver, haber, veamos, sii,
sii. Qué desea el padre.
-Bueno… una niña, lo que sea igual lo querré
-Bueno, pues felicitaciones, porque es una niña, tendrán una
bebita!
Cecilia soltó alguna lagrimita, era increíble que en su ser
estuviera una criaturita; Rubén la besó acariciando su cabello.
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