lunes, 13 de mayo de 2013

cecilia y ruben Final


Varios días habían transcurrido desde que Franshesco volvió, todo estaba “normal”, él no había hecho ningún intento por acercarse a Cecilia, ni a la niña. Rubén, entretanto, sentía que de a poco todo volvía a la calma, pero no quería confiarse, no desconfiaba de Ceci, pero la sola idea de que Franshesco estuviera de vuelta rondándola, buscando provocar en ella algún sentimiento, no, esa idea lo atormentaba.
-          Amooooooooor ya llegué del trabajo!
-          Hola amor, cómo te fue?
-          Muy bien, extrañándolas.
-          Y nosotras a ti, un montón. Ven, siéntate que te sirvo tu cena.
Rubén se sentó y tomando a Cecilia de imprevisto  y la sentó en sus piernas  y le dio un beso de esos que quitan el hipo.
-          Sabes que te amo verdad?... susurró
-          Yo te amo más, mucho más.
-          Quiero mi vida siempre así junto a ti.
Cecilia fue quien lo besó esta vez y el beso subió de tono. Comenzó a quitar uno por uno los botones de su camisa, mientras que Rubén solamente con un movimiento alzó  el vestido de ella dejándola solo en ropa interior. Se miraron sonriendo, con complicidad, Rubén la sujetó por las caderas y se levantó para dejarla sobre la mesa.
-          Eres perfecta… te amo... le dijo con la voz ronca por la excitación.
Él se terminó de desvestir y se acercó a ella, la rodeó fuertemente por la cintura y subiendo lentamente con las yemas de los dedos por su espalda, le quitó el brasier para dedicarse a chupar y lamer aquel par de senos que lo volvían loco, ese era su lugar preferido en la vida el cuerpo de ella…
Cecilia comenzó a gemir y a moverse  sobre la mesa.
-          Ya amor, no seas malo, te necesito dentro de mí ahora mismo.
-          Estás muy desesperada, no?
-          Ummmmm siii, tú no?
Rubén retrocedió un par de pasos para poder contemplarla, esa era la mejor imagen que había visto, se acercó otra vez para penetrarla con fuerzas, antes que Ceci pudiera pedirlo ya estaba dentro de ella. Ceci lo rodeó con sus piernas y comenzaron a mover sus caderas acompasadamente, no podían evitar gemir. Fueron largos minutos de movimiento desenfrenado hasta que por fin llegaron al orgasmo. Rubén se dejó caer sobre Ceci, ambos con la respiración acelerada. Cuando se calmaron él le dio un beso en la frente, ella aún tenía los ojos cerrados, él salió de ella arrancándole un gemido.
Rubén recogió su ropa y fue por una ducha, mientras que Ceci se colocó su ropa nuevamente y se dedicó a preparar la cena. Al ratito sintió a Rubén abrasarla por detrás, estaba recién bañado, él le susurró al oído.
-          Casémonos en 3 meses….
-        -   Qué???
-          - Para qué esperar tanto, si me muero porque seas mi esposa ya mismo!

Ceci estaba aún un poco sorprendida, pero le dijo

-         -  Tienes razón, dentro de 3 meses está bien.
………
-          - Mamá deja de malcriar a Ana por favor
-        -   Déjame tranquila, es mi única nieta
-     -     Sí, pero Rosa, Rubén y tú me la tienen demasiado mimada.
-         -  Mejor dime… cómo va todo con Franshesco?
-         -  No va, eso en bueno, no se ha acercado más a nosotras.
-          - Qué bueno. Ya me tengo que ir hija, y luego me pondré de acuerdo con Rosa para lo de tu matrimonio
-        -   Mamá, quiero algo íntimo.
-         -  Lo sé, adiós, las amo a las dos.
-        -   Y nosotras a ti.

A los pocos minutos suena el timbre. Cecilia al abrir descubre que es una chica realmente guapa, rubia, de ojos verdes y cabello rizado.
-      -     Hola, tú debes ser Cecilia?
-      -     Ehhh, hola, si yo soy. Quien eres tú, disculpa es que no sé quién eres.
-          Ya, me imagine, Rubén no te mostró ni una fotografía mía.
Cecilia la miraba con cara de sorprendida.
-        -   Yo soy  Patricia su novia o ex novia no lo sé. Me dejas entrar?
-         -  Si, claro, pasa.
Cecilia miraba estupefacta a esta chica, qué es lo que quería? qué hacía allí?
-        -   Siéntate, quieres algo?
-          - Agua por favor.
Cecilia regresó con el agua y se sentó
-          - Tú me dirás.
- Ya conozco la historia esa entre tú y los hermanos  Di Martinis, se ve que boba no eres, en fin, solo quiero hacerte saber que Rubén era mío antes de que aparecieras y ahora, aunque lo hayas enredado en todo esto, lo sigue siendo. Y yo vine a luchar por él, o sea, mírate eres una mocosa, por Dios! Y con un hijo de otro, que de paso es su hermano. No te das cuenta? Rubén aceptó todo este paquete, porque él es así bueno, demasiado bueno, siempre está a favor de lo que cree es correcto. No te has puesto a pensar que fuiste tú la que arrastró a Rubén a todo esto? que él lo hace porque siente que es lo que debe hacer? has pensado por solo un segundo que quizás él no te ame, que solo sienta que eres su responsabilidad? que debe enmendar los errores de su      hermano menor? En fin, yo vine a recuperar lo que es mío. En guerra avisada no muere soldado nena, adiós, no te molestes en levantarte, conozco la salida y muy bien.

Cecilia no dijo nada, ni chance tuvo. Se quedó pensativa hasta que salió de su trance porque Anita lloraba, la tomó en sus brazos y la acurrucó junto a su pecho, hasta que por fin las lágrimas salieron a relucir, y si era cierto todo aquello? Sí, tenía que ser cierto, ella sabía lo correcto y bueno que era Rubén, era muy probable que estuviera con ella por compromiso. Así que tomó una decisión.
-          - Amoooor ya estoy aquííííííí, dónde están mis mujeres favoritas?
-       -   Estamos en el cuarto de Anita.
-          - Hola hermosas…
- Cecilia estaba fría, extraña y Rubén lo notó enseguida
-          - Qué te sucede Ceci?
-          - Quiero decirte algo
-         -  Qué será?
-        -   Rubén tomé la decisión de irme una temporada a casa de mi madre.
-         -  Por qué? Qué te hice? Te hice algo malo?.

Ella negó con la cabeza, intentando no llorar.

-          - Claro que no, al contrario, eres la persona que mejor me ha tratado en el mundo! Es solo que estuve pensando… que… quizás tú no me ames, y quizás solo te sientas responsable… por eso haces esto, o…
-         -  De qué mierda hablas? te estás escuchando?… o no, ya va, hablaste con Patricia?
-        -   Sí, pero ella no tiene nada que ver, bueno sí, me abrió los ojos. Ella tiene razón tú y ella tenían planeada una vida perfecta y luego aparecí yo y lo cagué todo. Escúchame, solo quiero que nos tomemos un mes, solo eso, y así tú de verdad ordenas tus ideas.
-          - Mis ideas o tus ideas? No será que como Frashesco volvió tú piensas que…
-          - No seas ridículo, a Franshesco  no lo quiero ni como amigo! Mis ideas están claras, te amo como nunca pensé amar a nadie, y quiero con toda mia alma que seas feliz, por eso quiero darte la oportunidad de que tu aclares tus ideas y veas si de verdad quieres estar conmigo. No quiero arruinar tu vida, a ti no. Creo que el taxi ya debe estar abajo, tranquilo tú seguirás siendo el padre de Anita y puedes visitarla y pasar días con ella.
Ana se dio la vuelta con Anita en brazos para marcharse, tenía solo una mochila de ropa.
-          Me llevo solo lo de Anita, te dejo todo lo que me compraste. Ah! ten el anillo, es tuyo, devuélvemelo solamente cuando estés seguro de que no somos un error en tu vida.
-       -    No, quédatelo es tuyo.
Cecilia lo dejó en la mesa y cuando abrió la puerta sintió como Rubén la abrazaba, bueno las abrazaba y lloraba.
-      -     No se vayan… ustedes son mi vida… decía entre sollozos 
Ceci no aguanto más y comenzó a llorar también, se volteó y miró a Rubén llorar como a un chiquillo, se abrazaron los tres la peque estaba tranquila, inocente al fin.
-          No me quiero ir pero creo que es lo mejor.
-          No, no.
Rubén le quito a la peque de los brazos, para acostarla en su cuna, luego se acercó a Ceci y la abrazo como si se le fuera la vida en ello.
-          Te amo, te amo…
-          Yo también…
-          Entonces?
-          Es que creo que te estoy obligando a esto y yo no quiero que luego tú te des cuenta que haz cometido el error de tu vida, te arrepientas y luego me abandones…
-          Nunca, nunca, te amo, aún no lo entiendes? Me enamoré de ti, creo que desde el primer día, cuando te vi con ese pijama infantil, me recriminé toda la noche porque eras una niña y aun así no podía dejar de pensar en lo hermosa que eras.
-          De verdad? - preguntó con voz infantil Ceci-
-          Sí, por favor, quédate.
-          Está bien, te amo
-          Y yo más, que sea la última vez que agarras este berrinche, ok?
-          Está bien…
-          Eres mi niña mimada, te amo tanto.
-          No me trates como a una bebe…
-          Entonces no te comportes como tal. Y no me hagas pucheros que me dan ganas de comerte toda ya.
Esa tarde salieron los tres de paseo, como familia, se veían preciosos como familia.
-          Mamá quiere que pasemos por la casa a cenar.
-          Crees que sea buena idea?
-          Por qué lo preguntas? Ah, ya, por Franshesco, bueno, que se acostumbre, eres mi mujer.

Cuando llegaron a casa de Rosa se encontraron con que Patricia y Franshesco estaban de lo más animados charlando en la sala, Ceci al mirarlos se puso tensa, Rubén la tomó de la mano con fuerza, mientras con la otra sostenía a la peque.
-          Buenas noches!
-          Buenas noches… respondieron al unísono
-          Patricia, cómo has estado
-          Muy bien y tú?
-          Excelente y feliz con mi familia, bueno los dejo porque mi madre espera a esta princesita. 
Cecilia continuaba tensa. Caminaron hasta la biblioteca, donde se encontraba Rosa, que al verlos se fue enseguida a cargar a Anita y esta al ver a su abuela no dudó en echarle los brazos para que la cargara.
-          Ay mi princesa, cada día estas más hermosa.
-          Hola mamá.
-          Hola Rosa como está?
-          Hola hijo, Ceci… le dio un beso en la mejilla a ambos… lo siento es que Anita me pone ciega.
-          Sí, ya lo notamos…
-          Qué te sucede Ceci?
-          Nada…
-          Mamá solo que Franshesco está en la sala con Patricia
-          Ah! sí.
-          Sí, y Patricia fue hace días al apartamento a decirle miles de cosas a Ceci - Esta le hizo un gesto como para que no contara nada, pero Rubén lo ignoró -
-          Ay, hijo! una mujer celosa es capaz de cualquier cosa, lo que importa es que ustedes estén claros y no se dejen influenciar por esas cosas.
-          Si estás escuchando María Cecilia?
*******

Por varias semanas Patricia siguió insistiendo en buscar a Rubén, él siempre fue cordial para rechazarla, sin embargo, ante la insistencia, él un día muy molesto le dejó claro que él en su vida había amado a nadie como a Ceci, que no iba a cambiar todo lo que tenía por ella, eso jamás. Que a la única mujer que amaba era a esa chiquilla de tan solo 17 años que le había regalado la dicha de ser padre, que jamás había sido tan feliz como ahora, y que si de verdad estimaba lo que ellos alguna vez vivieron, le pidió que por favor se alejara de su familia.
Patricia no tuvo más alternativas que aceptar que allí no tenía nada que hacer, se regresó a Canadá, pero antes habló con Franshesco.

-          Y por qué te marchas, no se supone que amas a Rubén?
-          Sí Franshesco, pero también me amo a mi misma. Qué no entiendes que ellos se aman, de verdad yo no voy a seguir luchando con una mocosa una guerra que ya está perdida, la verdad es que no tengo esa necesidad.
-          No me digas, entonces los vas a dejar así, que se case y ya.
-          Pues sí. Y tú debería hacer lo mismo, deja ya de ser tan egoísta en tu puta vida. Ese puesto era tuyo, sabes? pero decidiste huir, y se enamoraron. Tu hermano se merece ser feliz con esa chica, y se merece que no lo molestes más. Yo me marcho.
Y así, sin más, Patricia se marchó. No quiso seguir luchando contra algo que indudablemente no iba a ganar. Por su parte Franshesco tuvo que hacer lo mismo y regresarse para seguir con sus estudios, el sabia en el fondo que su hermano era mejor hombre que él y que si su padre estuviese vivo estaría orgulloso de Rubén, aquel chiquillo al que adoptó como hijo propio 
cuando solo tenía 2 años de edad, al final se estaba repitiendo la misma historia de su madre, que salió embarazada de un tipito que la abandonó y luego se encontró con FRANK quien se enamoró de ella y adoptó a aquel pequeño como su hijo.



******

-          Papito, papito llegaste
-          Hola mi princesita donde esta mami?
-          Hablando por teléfono con la abuelita

Rubén se acercó y le dio un beso por el cuello a Ceci.

-          Chao mamá, sí, sí, te cuento luego, si te amo.
-          Hola amor… dijo Ceci volteándose para darle un beso en la boca a su esposo… que tal tu día
-          Algo cansón y el tuyo?
-          Bien, llegue hace rato del restaurante y me vine a la casa.
-          Sabes que te amo más que ayer y menos que mañana?
-          Yo te amo igual mi amor, gracias.
-          Gracias, por qué?
-          Porque tengo 6 años de felicidad a tu lado, eres el mejor padre y esposo del mundo, gracias por apoyarme, gracias por haberme ayudado en mis estudios de administración y cocina y gracias por ayudarme a montar el restaurante…. Tú me das todo y yo no te he dado nada…
-          De qué hablas? Si tú eres la que me das todo, amor, una vida feliz y una hija preciosa… y sexo delicioso cada día… esta última frase la dijo susurrando en la oreja de ella.
-          Me gusta complacer a mi esposo y tener mucho sexo con él.

Se fundieron en un apasionado beso, que estaba subiendo de tono y Cecilia ya podía sentir  como la hombría de su esposo le rozaba el vientre.

-          Mmm, como que viniste animado hoy.
-          Un poquito…
-          Dónde está Anita?
-          Viendo la tele.
-          Bueno dejemos esto por un rato que voy a mi obligaciones de madre, ah, por cierto, te tengo una sorpresa.
-          Ah, si! qué será?

-          Deja de ser curioso voy a bañar a Anita porque hoy se va casa de tu madre, con eso de que hoy comienza el fin de semana… se va con ella.
-          Cierto, mamá me llamo como 2 veces hoy para recordarme que se llevaba a Anita a su casa.

-          Hijaaaa vamos a la ducha que ya viene tu abuelita Rosaaaa!
-          Sí mamita si yupiiiii.

Cecilia bañó y arregló a su peque y a las 6 pm ya estaba Rosa tocando la puerta,
-          Mamá cómo estas?
-          Bien hijo.
-          Abuelita, abuelita ya estoy lista! - salió corriendo y gritando Anita.
-          Nos vamos a casa princesita?
-          Sí abuelita!
-          Chao princesa te amo, te portas bien y hazle caso a la abuelita en todo.
-          Sí mamita.
-          Chao hija, te amo
-          Chao papito.
-          Chao hijos nos vemos el domingo
-          No mamá, nos vemos mañana, mañana vamos a pasar el día allá
-          Sí hijo, te quiero.
Rosa se llevaba por lo menos un fin de semana a Anita, pero Cecilia y Rubén terminaban ese fin de semana metidos de cabeza en casa de Rosa, era imposible no extrañar a Anita.
-          Ya estamos solos.
-          Ujum, qué te parece si nos damos un delicioso baño?
-          Me gusta Sra. Di Martini…
-          Y luego vamos a cenar…
-          Y la sorpresa?
-          Te la doy en la cena.
Entraron a la ducha y comenzaron a juguetear  a los pocos minutos Cecilia estaba empotrada  de la pared del baño con sus piernas alrededor de Rubén y este la penetraba con frenesí, era pasión, delirio, amor...
-          Ajá, ya estamos cenando, cuál es la sorpresa?

Ceci buscó dentro de su bolso y sacó un sobre.

-          Ten
-          Qué es?
-          Abre y leelo.
-          La señora Cecilia..bla, bla.. la prueba de sangre… bla, bla… el examen de  embarazo salió… POSITIVO… ¡¡¿POSITIVO?!!
Rubén parpadeo varias veces, sin entender, hasta que cayó en cuenta y en voz alta dijo
-          Estás EMBARAZADA!!!!!!!  Seremos padres otra vez??!!
-          Shhhhh! todos nos están viendo… si tengo 4 semanas.
Rubén se levantó de la silla y abrazó a su esposa
-          Te amo, gracias, gracias.
Rubén andaba como un chiquillo contento ,  ese mismo día decidió que se mudarían, que compraría una casa más grande, quería tener muchos hijos con esa mujer; a los pocos meses ya se estaban mudando a una casa más grande y hermosísima, la madre de Cecilia los acompañó y vivía con ellos.
Cecilia tenía ya una hermosa barriguita y el día que fueron con el doctor (el mismo que la atendió con Anita) a los 5 meses exactos, les dijo que era un niño! Rubén estaba aún más contento, Anita también, estaba ilusionada imaginando que su hermanito sería un lindo muñequito al que vestiría y daría de comer.  Y, Frank vino al mundo, si Frank, Rubén quiso llamarlo así en honor al hombre que aunque no le dio la vida, fue su Padre.
Por su parte Franshesco, después de tanto tiempo tuvo que aceptar aquello, no era el mejor tío o cuñado, pero por lo menos se llevaban bien. Aunque en el fondo seguía teniendo aquella espinita de que ese puesto hubiese sido de él si no hubiera sido tan estúpido.
Luego del nacimiento de Frank había planes de hacer más encargos… y así fue como la que la vida de una chica creía que futuro terminaba y resultó ser que apenas comenzaba…